Intentar fotografiar al corzo de cerca suele ser bastante complicado, receloso a causa de ser un trofeo muy cotizado por los
cazadores.
Gracias a su vista pero sobre todo a su olfato y oído suele desconfiar de cualquier cosa que le parezca extraña en su territorio.
Los bebederos suelen ser un buen lugar para fotografiarlo pero siempre camuflando bien todos los equipos, resulta bastante más fácil usando objetivos grandes 300mm, 500mm y alejándose lo suficiente.
Con la Barrera IR la cosa se complica, cualquier brillo, sonido etc. conseguirá que el corzo emprenda la carrera.
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